Debido a la cantidad de información a la que están expuestos los consumidores, cada vez resulta más compleja la misión de las marcas.
Ya no es suficiente colocar el producto en la góndola y lanzar un comercial sobre éste. En la actualidad, es necesario trabajar en los distintos puntos del recorrido del comprador, teniendo mayor énfasis donde se realiza la compra final, en este caso, en el punto de venta. De este modo, se incrementan las ventas fortaleciendo a su vez a la marca.
La mejor manera de conocer y entender el comportamiento del comprador es realizando trabajo de campo. El entender la lógica del PDV dependerá obtener un análisis detallado del proceso de compra.
El comprador debe ser el centro en la toma de decisiones, siendo éste quien guíe la definición de un surtido inteligente y toda la experiencia construida para el PDV. Si conocemos quién está en el PDV será más fácil alcanzar una venta.
Sin embargo, la experiencia o recorrido del cliente no culmina cuando éste sale de la tienda. Existen otros factores que influyen en su decisión de compra. En muchas casos, debido a la información recibida a través de medios digitales, el consumidor ya sabe que producto va a elegir cuando se dirige al PDV. Esta decisión puede ser cambiada si detecta que otra marca es más compatible con su estilo de vida. Es aquí cuando las acciones de ejecución en punto de venta son de vital importancia para el negocio.
Analizar y entender estas acciones es la manera de atacar la gran cantidad de información que le llega al comprador en todo momento. El trabajo de campo va más allá de la exposición de marca: entender al consumidor en el PDV es una cuestión de inteligencia de información.
La misión de TCG Latam es auditar los puntos de contacto críticos durante el viaje del cliente para que tengas una visibilidad completa de tu negocio.
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